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Renovación de praderas perennes

Equipo Técnico de Producción Primaria.

En función de la secuencia de cultivos (cadena forrajera) que presente cada tambo, será o no necesario renovar pasturas perennes a base de alfalfa. La misma sin importar si el sistema es pastoril, mixto o de encierre tiene como objetivo maximizar la producción por unidad de superficie, logrando de esta manera proteína de bajo costo.
 
 

Es conveniente desarrollar brevemente cuestiones relacionadas a la elección del lote y labores pre siembra, cultivo antecesor, elección del Grupo de Madurez (GM), época de siembra, uso de herbicidas y densidad (kg por hectárea).
 
Tomando como ejemplo un GM 6 podemos observar en el Gráfico 1 cómo se comporta la curva de crecimiento de la pradera. 


 
 

Durante los meses de primavera-verano vamos a lograr la mayor producción y debemos cosecharla como reserva (henos, silaje y hasta heno embolsado) en pos de aprovecharla en el “bache forrajero” de otoño e invierno. En función de cómo se presenten las precipitaciones cada 30 a 35 días podremos estar disponiendo de al menos un potrero para corte, con lo cual el secreto en pos de lograr la mayor calidad posible de las reservas radicará en que ese material no supere el 50% de floración, ya que superando este valor aumentan considerablemente los valores de lignina y el material se vuelve indigestible perdiendo calidad.
 
Labores

Para ello el éxito de lograr un alfalfar empieza desde el cultivo antecesor y la elección de lote: maíces de primera o moha, girasol, y hasta soja son los mejores antecesores ya que liberan el lote a tiempo para comenzar con labores como doble acción con rastra y hasta un paratil, para eliminar llamado “piso de arado” que sin dudas será una limitante en el crecimiento radicular de la alfalfa como se muestra en la foto.




Grupo de Madurez (GM) y época de siembra

La elección del grupo de madurez (GM) dependerá en cada caso si vamos a necesitar de aporte de forraje en invierno (como lo hacen los GM 9 y 10) o solamente en primavera y verano (logrado en GM 6) como muestra el Cuadro 1.

 Además hay que recordar aspectos tales como resistencia a enfermedades y plagas, persistencia y producción anual.




La ventana de siembra se ubica en dos partes: desde marzo hasta mayo (como última opción) y existe la alternativa de implantar las praderas en los meses de setiembre a octubre. En este último caso  deberemos prestar mucha atención a la competencia de malezas de “hoja ancha” y el banco de semillas que sin dudas presentará competencia en los meses de noviembre con las gramíneas anuales.

Los herbicidas pos emergentes que podemos usar son imazetapir, flumetsulam, bromoxinil y clorimuron para el primer caso; y referidos a las gramíneas tenemos como opción cletodim y haloxifop como ya hemos hecho mención en notas anteriores.
 
¿Cuántos kilos usamos?

Pensando en lograr mayor persistencia de ese alfalfar que a su vez permita expresar la mayor producción por hectárea sería deseable no solo incrementar la densidad de 12 a 16 kilos por hectárea (ha). Además si la siembra se realiza con una distancia entre surcos mayor a 20 cm evaluar la oportunidad de implementar “doble siembra” o “al cruce”.

A modo bien práctico, tomando una densidad de 16 kg por ha sería deseable sembrar 8 kg de norte a sur y el resto de este a oeste. Si la operación de siembra se realiza con una distancia menor a 17 cm la bibliografía marca que no es necesario sembrar dos veces.
 
De esta manera estaremos logrando:

  • Mas plantas por metro cuadrado y tallos por metro cuadrado.
  • Menos competencia por malezas.
  • Mas persistencia, mas producción, mas kilos de proteína por superficie, bajo costo de esa proteína.

El objetivo productivo radica en lograr al primer año unas 400 plantas por metro cuadrado
y luego al segundo año unas 200.


 
¿Siembra doble y más kilos? ¿No es más caro?

Yendo un poco a los números se detalla a modo práctico lo que costará este año implantar las alfalfas en el caso de elegir la metodología de doble siembra con una densidad de 16kg por ha de semilla de alfalfa.


Si tenemos en cuenta que al contabilizar la doble siembra y el incremento en la densidad de la semilla representa el 85% de los costos y hasta a veces puede ponerse tornarse complicado desde el punto de vista financiero para con el volumen total de la superficie a renovar, el cálculo que debemos tener en cuenta es que en los 3 o 4 años que dura esa pradera, logrando al menos 1 corte mas en el año con un rinde promedio de 5 rollos por ha, habremos pagado el extra de semilla y la doble siembra.

El fundamento radica en que ese alfalfar cuenta con más plantas y tallos por metro cuadrado,
con lo que contamos con más producción por unidad de superficie.

 
 
Sin importar el sistema de producción es necesario replantear la implantación de praderas en pos de lograr más producción y persistencia por unidad de superficie, para evitar superficie forrajera que se torne improductiva (con menor rendimiento de forraje) y sea necesario implantar otro cultivo como maíz o sorgo para silaje.