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Agua de bebida: Si yo fuera vaca…

Según los resultados alcanzados por el Proyecto Índices (Baudracco y otros, 2014) la producción está siendo restringida por la cantidad insuficiente de agua de bebida ofrecida a las vacas (número de aguadas, distribución espacial y capacidad de almacenaje).
Mucho se ha escrito al respecto y este artículo sólo pretende revisar los aspectos de mayor relevancia con el siguiente enfoque: pensar en lo mejor para la vaca, lo mejor para la gente y en asegurar que esto suceda todos los días.
Parece claro que ya no es una opción válida la de “llevar” las vacas a tomar agua. Esto implicaría demasiado tiempo de parte del operario que seguramente tiene muchas otras cosas que hacer y siempre está apurado. Por otro lado, es difícil establecer cuántas veces y en qué momentos debería hacerlo por día. Finalmente, sería imposible asegurarse que las vacas hayan cubierto sus necesidades (multiplíquese esto por todos los días del año).

¿Cuáles son los mejores momentos para ofrecer agua a las vacas?
Aquellos momentos del día en que las vacas puedan contar con tiempo suficiente para que TODO el rodeo esté en condiciones de tomar agua A VOLUNTAD.

¿Cuáles son los mejores lugares?
Siguiendo con la lógica del punto anterior, los mejores lugares serán aquellos lugares en los que las vacas permanezcan por períodos prolongados.

¿Con o sin intervención de las personas?
Por supuesto, lo deseable es que no sea necesaria la intervención de operarios o que ésta sea mínima, para asegurar que las vacas consuman toda el agua que requieran.

¿Qué cantidad se debe ofrecer?
Una regla fácil de recordar es ofrecer entre 4 y 5 veces la producción individual promedio en litros. Por ejemplo, a vacas de 20 litros de producción diaria (media del PDT) se les deberían ofrecer entre 80 y 100 litros de agua por día.

El tambo promedio del PDT tiene unas 160 vacas en ordeño. Esto arrojaría un volumen diario de 13000 a 16000 litros de agua de bebida.

Aguada a la salida del tambo: 30%

Esta aguada es de suma importancia. Cumple perfectamente con las tres primeras premisas: es un buen momento, es un buen lugar y no hace falta la intervención de la gente. Durante el ordeño hay mucho tiempo que puede ser aprovechado por las vacas para tomar agua a medida que van saliendo. La salida de las vacas es gradual, facilitando también un consumo gradual de agua. Aquí no es necesaria la intervención de las personas, salvo para asegurar el correcto funcionamiento de la aguada.
En cuanto a la cantidad, puede pensarse en suministrar alrededor de un 30% del agua diaria en esta aguada. Volviendo al ejemplo del tambo promedio del PDT, se podrían ofrecer entre 4000 y 5000 litros a la salida del tambo. Pensando en dos turnos de ordeño, esta aguada tendría que tener una capacidad mínima de 2000 a 2500 litros. Como puede apreciarse no se trata de una capacidad muy elevada. Como ejemplo, se podría solucionar a bajo costo colocando 4 o 5 piletas de 600 litros de hormigón premoldeado.

Ing. Agr. Francisco Candioti